jueves, 29 de marzo de 2012

La Lucha contra el Zarismo

de Víctor Serge.
Libro 002.
Segunda Edición.

Setiembre ’09.
Precio: 12 pesos.
64 Páginas.
14 Años de Autogestión y Libertad.

¿Cómo se destruye un aparato represivo tan gigantesco (como el que posee toda burguesía para garantizar su terrible explotación) sin llegar a reproducir su impronta, sin quedar atrapado en su misma lógica, sin terminar construyendo una idéntica y monstruosa maquinaria represiva, incluso superior y más eficaz que la anterior? Un acertijo que quien quiera resolverlo, seguramente deberá recorrer un camino muy distinto del callejón sin salida en el que se estrellaron, una y otra vez, varias de las mentes más brillantes y lúcidas que la Revolución Rusa de 1917 parió en infinitas direcciones.
Víctor Serge (cuyo verdadero nombre era Víctor Lvovitch Kibalchich Paderevski) nació en Bruselas el 30 de diciembre de 1890. Su padre, oficial de la Guardia Imperial, fue miembro del grupo “Tierra y Libertad”, relacionado con Nikolai Kibalchich (del partido Narodnaia Volia); luego del arresto y la ejecución de Kibalchich, después del atentado que acabó con la vida del zar Alejandro ll en 1881, el padre de Serge abandonó el país, tomando un empleo como profesor en el Instituto de Anatomía de Bruselas. Más tarde, la familia se desplazó a Francia, donde llegaron a involucrarse con el colectivo de inmigrantes rusos más politizados. La incipiente vida del pequeño Víctor siempre estuvo, desde temprano, familiarizada con palabras como conspiración, clandestinidad y represión zarista.
De joven, Serge trabajó en París como aprendiz de fotógrafo y después como diseñador. En las imprentas anarquistas aprendió el oficio de tipógrafo. Fue también dibujante, empleado, periodista y poco tiempo más tarde, traductor. En esa época leyó mucho, siendo especialmente influenciado por las teorías políticas de Peter Lavrov. Inicialmente fue miembro del Partido Socialista Revolucionario, pero alrededor de los dieciocho años abandonó el socialismo y adhirió al anarquismo.
Desde temprano incursionó en la escritura política; su primer artículo lo escribió en Septiembre de 1908. Bajo el seudónimo de “Le Rétif” (El Agitador), Serge redactó numerosos artículos para “Le Révolté” y, a inicios de 1909, para “L’Anarchie”. Fue un firme sustentador teórico del anarco-individualismo y del ilegalismo, chocando con las posiciones del editor de “L’Anarchie”, André Roulot (Lorulot), que era favorable a una retórica menos inflamada. En 1910, tras una escisión en “L’Anarchie”, Lorulot abandonó la publicación y Serge fue nombrado nuevo editor del periódico.
Al poco tiempo, sería juzgado por su implicancia en los actos delictivos de la Banda de Jules Bonnot, en calidad de instigador, bajo el seudónimo de “Valentín”. Se negó a declararse inocente y rehusó denunciar a sus camaradas, siendo condenado a cinco años de prisión en condiciones de aislamiento. Varios de sus compañeros fueron ejecutados. En marzo de 1917, al dirigirse a Rusia, lo detienen en París y lo internan en un campo de concentración. Llega a Petrogrado, en febrero de 1919, después de un canje como rehén bolchevique. Colabora decididamente con Lenin y la revolución, pero no ahorra críticas a los aspectos que creía debían ser criticados de la actuación del gobierno soviético.
En 1923 Serge se incorpora a la Oposición de Izquierda junto a Radek, Trotsky y otros. En 1928 es expulsado del Partido Comunista e inhabilitado para trabajar en el Gobierno; posteriormente, en febrero de 1933, es detenido y llevado otra vez, a la cárcel. Consigue abandonar el país en 1936, gracias a las protestas de sectores políticos en Francia, Bélgica y España, pero sus parientes no fueron tan afortunados: la hermana, la suegra, la cuñada y dos de sus cuñados, murieron en prisión. Lo que le había tocado vivir de niño en su ámbito familiar -persecución, destierro y muerte- volvía a suceder.
Durante la Guerra Civil Española, apoyó plenamente al POUM de su amigo Andreu Nin (asesinado por la policía de Stalin en Alcalá de Henares), constatando el boicot stalinista a todo intento de construir un socialismo libre y autónomo de Moscú. Gran parte de su obra literaria está dedicada a denunciar el totalitarismo del Kremlin y las persecuciones a los opositores, tanto dentro como fuera de la URSS.
Finalmente, y tomando la afirmación de Serge de que “cuando se tienen a favor las leyes de la Historia se es invencible”, deberíamos deducir también (aunque no nos guste, aunque nos cueste) que Stalin tuvo a su favor esas leyes para poder establecer por décadas su dictadura burocrática gracias a alguna razón. Y entonces, una pregunta flota, acusadora, en el mar de los misterios: ¿Hasta qué punto su fortaleza política se debió a que la Oposición a este, se encontraba tan atomizada, enfrentada y dividida?

Cantidad de ejemplares vendidos de "La Lucha contra el Zarismo" hasta la fecha: 442.

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