viernes, 23 de marzo de 2012

Con la Sangre Roja y el Corazón a la Izquierda

de Acción Directa.
Disco 001.
Duración: 1h. 13m. 27s.
Precio: 20 pesos.
25 Temas y Rarezas de esta legendaria Banda Punk Subversiva de La Plata.
1993 - 1997.


Realmente, no imaginaba estar algún día escribiendo las últimas líneas sobre Acción Directa, la banda en la cual no sólo canté durante cinco años, sino que desde ella participé activamente en la lucha de clases de los ‘90. Porque la pasión y el entusiasmo que volqué a este proyecto, fueron infinitos comparados con lo poco y nada que generaban (y generan) en mí, las tradicionales y anquilosadas formas en las que desarrolla su militancia, la izquierda argentina.
A finales del ‘92, me animé a plasmar la idea: generar desde el punk y el under una actividad militante, crear una especie de célula musical, que tuviera como objetivo la agitación y la propaganda subversiva. Transformar cada recital en un mitín, cada estrofa en una barricada, cada instrumento en un fusil.
El panorama en ese momento no era muy alentador: se vivía la “primavera menemista”, es decir, mientras importantes sectores de la clase media (y la llamada aristocracia obrera) disfrutaban de la “estabilidad” y la “plata dulce” (a cambio del apoyo al modelo económico), el imperialismo y las clases dominantes atacaban a la clase trabajadora mediante las privatizaciones, la flexibilización laboral y los despidos. Todo hecho con la complicidad de la podrida burocracia sindical peronista. Y para colmo, el “Rock” se había transformado en una especie de ministerio, una dependencia oficial para estupidizar a las masas y encausar dentro de los marcos del sistema, la rebeldía juvenil. Este panorama no daba mucho margen para la protesta, pero había que intentarlo; sólo se requería un poco de audacia y mucha voluntad.
Y así, con un puñado de letras contestatarias y un crudo punk-rock, empezó este colectivo. En junio para debutar, pegamos una fecha junto a Chempes 69, la banda donde cantaba Miguelito Bru, un chabón que vivía en una casa okupada y que el 17/8/93 desaparecería. Fue secuestrado y llevado detenido a la comisaría novena, para luego ser torturado hasta la muerte mediante submarino seco y golpes. Su cuerpo aún hoy, no se ha podido hallar. Recuerdo la última vez que lo vi, una semana antes de que desapareciera: era temprano y hacía mucho frío. Yo caminaba para el laburo y él limpiaba la vidriera de un negocio de tapados de piel, en 8 y 55. Se bajó de la escalera y con una sonrisa cómplice me dijo: -mejor que limpiar esta vidriera sería romperla ¿no?. Enseguida salió el dueño a decirle que no hablara más y siguiera limpiando. Miguel le hizo un fuck you cuando se dio vuelta y nos despedimos. (Seguramente este comerciante es uno más de los que pide “mano dura”. Duro te va a quedar el orto el día en que todo estalle, pequeño-burgués hijo de puta).
También así se aplicaba el plan de ajuste del FMI y el gobierno: para la juventud marginada por el modelo, la represión más salvaje (con métodos de la dictadura militar), mal llamada “gatillo fácil”. Claro que no era sencillo aplicar el plan sin resistencia social, como se vio en diciembre del ‘93, con la primera muestra de rebeldía colectiva (aunque espontánea y desorganizada): el Santiagueñazo, una revuelta que a muchos, nos hizo ver que algo se estaba incubando en las entrañas del pueblo trabajador.
Mientras, en el underground, no todo era contracultura y combatividad, como creíamos algunos. Había banditas que tenían manager y contrato. Otras, que eran chupadas por “secretarías de cultura” del Estado opresor. Con sólo ver estos miserables ejemplos, bastaba para tomar decisiones: no tener manager; no tocar en festivales del Estado ni firmar contrato con nadie; autogestionar nuestra actividad con el propio esfuerzo, moviéndonos con cierto grado de clandestinidad. Era necesario diferenciar el agua del aceite.
Así, con pocos recitales y nuestro primer caset recién grabado (Punk Subversivo) empezamos a recorrer el tramado social, en plena reconstrucción. Por citar sólo un ejemplo, Acción Directa estuvo entre los fundadores de la Coordinadora Sur contra la Represión Policial, uno de los tantos organismos antirrepresivos que surgieron. Ahí conocimos a la agrupación Comete a los Ricos, de Ezeiza, un grupo de pibes que se organizaron de manera independiente.
El grupo siempre se caracterizó por una inestabilidad no programada, que mostraba la evolución que se desarrollaba en su génesis, como reflejo, principalmente, de los cambios en la sociedad. El avance y la dinámica del grupo, delimitaron los proyectos de algunos integrantes que pretendían un lugar desde dónde figurar y soñar con ser estrellitas de rock. Para soportar estas presiones, había que pararse firme en los principios. Haber tocado con Negu Gorriak el 1/10/94 y sobre todo haber charlado y aprendido con el cantante, Fermín, fue importante para el grupo. Él sabe bien cómo fusionar las energías del rock, con la lucha social de un pueblo. Surgió pues, la necesidad de que Acción Directa pegara un salto: de ser una bandita contestataria, pasar a ser una banda política. Para esto, fue buena la idea de relacionarse con bandas políticas de otros lugares, que empezaban a radicalizarse. Os Mocos de Bragado, Cuervo Muerto de Monte Grande, Los Subversivos de Pilar, Por Los Que No Están de Wilde, Baader-Meinhof de Bahía Blanca, Libres o Muertos de Capital, etc. Era un proceso interesante, aunque muy desparejo, dado que respondía a realidades muy distintas: algunas bandas recién empezaban, otras ya estaban de vuelta, algunas eran escépticas, otras poseían mucha energía, etc. Pero había algo que unificaba: todas eran políticas, es decir, se pronunciaban sobre la realidad e intentaban actuar sobre ella para modificarla.
Y era bueno organizar la rebeldía, sobre todo en un momento en que había empezado a decaer algo, que durante unos años fue todo un referente en la escena under: el Buenos Aires Hard Core (movimiento semifascista de los hijos de la clase media menemista). Ellos propugnaban una ideología “positiva”: no oponerse a nada, es decir, no protestar, conformismo puro. Cuanto más rápido se fueran al tacho, mejor para todos. Y en esa pelea teórica y práctica, se sumergió el Movimiento de Bandas Políticas, con resultados altamente satisfactorios.
Cuando el 23/11/94, tocamos en un festival de las Madres de Plaza de Mayo, en La Plata, ante más de tres mil personas, conocimos personalmente a Hebe de Bonafini, a quien le gustó el grupo y además me dijo que sus hijos, antes de desaparecer, tocaban en una banda de rock. Una persona sumamente admirable, que dejó su voz grabada en nuestro segundo caset, Revolución o Muerte.
El ‘95 lo empezamos volcándonos a los festivales políticos: por los despedidos de YPF, contra la desocupación, en solidaridad con la lucha estudiantil, en el aniversario del Cordobazo, en defensa de Chiapas, contra la discriminación a los trabajadores inmigrantes, por la libertad de los presos políticos, en apoyo a las Madres, etc. Aprendimos bastante bien que siempre es mejor tocar por algún motivo convocante, que tocar por nada o por el sólo hecho de divertirse.
En octubre, salió el Nº 1 del fanzine Hasta La Victoria, para contribuir a la discusión política, con muy buena recepción. Sobre todo de parte de una gente con la cual tuvimos un acercamiento (político, musical y hasta afectivo): la gente de Poder Negro, con su dirigente natural, Diógenes, a la cabeza. Una horda de heavys y punkis del Oeste, en plena ebullición política; lo más lúcido del ala izquierda del anarquismo. Entre otras cosas, Poder Negro organizó el compilado más trascendente: el caset “Libertad a Panario” donde sus bandas (Zoretor, Anarkus, La Enfermedad, Profecium, Sartán, Pego y No Recibo, etc) junto a otras afines, como nosotros, salimos a solidarizarnos de manera activa, con el militante trotskista preso por participar de la lucha de los desocupados de Neuquén (después caerían presos otros dos más: Christiansen y Estrada).
El 28/4/96 durante un festival de la Correpi en el parque Rivadavia, Poder Negro, varias organizaciones juveniles izquierdistas y gente suelta, llevamos adelante la acción directa más trascendente del under de este país: el linchamiento de los skinheads. La acción estuvo tan bien realizada, que a pesar de haberlos derrotado política y militarmente (incluso uno murió), no hubo ningún detenido de este lado. Luego de escaparle a la persecución policial desatada, Poder Negro y otros, nos fusionamos en una organización común (MoJuvOR, Movimiento por una Juventud Obrera Revolucionaria) con el trotskista PTS, algo que después de unos meses, no se pudo profundizar debido a la miopía de las sectas mesiánicas y conservadoras que pululan en la izquierda argentina, pero que dejó como balance, la necesidad imperiosa de un sector del under político de organizarse en un movimiento amplio, donde cada cual participe con su bandera.
Mientras tanto, la situación social comenzaba a cambiar. A mediados del ‘96, la burocracia sindical se vio obligada a llamar (por la presión de las bases) a un par de paros generales, que terminaron de modificar el panorama político nacional. El gobierno, más débil que nunca. Y nosotros, con viento a favor en el under.
Pero no todo marchaba sobre rieles: el ala derecha del anarquismo, la llamada “burocracia anarquista”, empezó a reaccionar contra la creciente izquierdización que se daba. Recurriendo a los métodos más bajos (como llegar a denunciar en la prensa burguesa a Poder Negro por lo de Parque Rivadavia) intentaron quebrar este proceso, aunque con resultado poco exitoso. En esa vorágine infernal, participamos de un festival memorable el 27/10/96, en Plaza de Mayo, por la libertad de los presos políticos, ante miles de punkis y militantes. Prácticamente, éramos el brazo musical del MoJuvOR. Era sin dudas, uno de los mejores momentos de la banda.
A comienzos del ‘97, logramos tener un programa de radio, Piquete Punk, desde el cual potenciamos nuestro mensaje. También conseguí (tras largas e inolvidables charlas con Enrique Symns) escribir una columna en la revista Cerdos y Peces. Mientras, en abril y mayo, el país ardía: cortes de ruta y piquetes en Cutral-Có, Tartagal y Jujuy. La desocupación no se toleraba más y estallaba la bronca fogonera de manera masiva. Nosotros, no dábamos abasto con las actividades y eso a la vez, nos emocionaba. Una célula militante a pleno. Tocábamos seguido y cada recital parecía un plenario o una marcha. La panacea.
Pero la burguesía retomó pronto la iniciativa. Luego del masivo paro con cortes de ruta del 14/8/97, se formó una alianza política “opositora”, para canalizar la protesta dentro de los márgenes de la democracia burguesa. Y funcionó, despertando expectativas en las elecciones de octubre. A las urnas (y no a las calles) fue a parar toda la bronca contra el gobierno, acumulada durante mucho tiempo.
Y el grupo al final de ese año, cayó en una puja interna de la que no pudo salir sino disolviéndose. Fue desgastante resistir la atomización en la que nos habíamos sumergido, producto de las diferencias políticas irreconciliables. Una lástima. Pero también, la triste realidad de que todavía no existe la madurez suficiente en la izquierda argentina, como para superar el ego autoproclamatorio y la pedantería pequeño-burguesa. En síntesis, todo proceso cumple su ciclo, aunque duela y humedezca un poco los ojos.
Pero esto que tiene toda la pinta de ser un final, termina siendo un principio. Acción Directa fue una herramienta muy útil en la concientización de sectores de vanguardia, dentro de la cultura under. Un puente hacia el marxismo por el que transitaron muchos compañeros. Ahora, la continuación de esta postura con la experiencia valiosamente acumulada, la estamos plasmando en otro proyecto musical y militante llamado Autonomía Roja. Roja, porque tenemos que acercar una propuesta clara a toda la efusividad anticapitalista desatada últimamente, y autónoma, porque debemos evitar las aparateadas y los manoseos externos, que tanto mal le hacen a las genuinas energías de la resistencia. Pero bueno, eso ya es parte de otra historia.
R. Bocasucia, diciembre de 1999.

Cantidad de discos vendidos de "Con la Sangre Roja y el Corazón al a Izquierda" hasta la fecha: 298.

2 comentarios:

  1. sueño con mirtha legrand hambrienta y toda sucia, buscando algo de comer en los tachos de basura. gratos recuerdos de mi juventud. mi amigo charly que vivia en la plata me trajo un caset a mi pueblo cerca de pehuajo. mi papa decia que eran unos extremistas, a mi no me parecia ...claro es que yo estaba en el mismo extremo.
    abrazos. sean felices

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  2. Amigo que buena editorial te escribiste, cuando llegué a Hebe de Bonafini se me erizó la piel. El pueblo trabajador es el que tiene razón siempre, vamos a disfrutar de la música de acción directa.Un abrazo

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